La ciudad se muestra por momentos gris, casi siempre húmeda. La gente sin embargo siempre mantiene la calidez, la amabilidad... Recorrer las calles de Lima (algo que pude hacer parte del fin de semana) es encontrarse a cada paso con algo nuevo, típico pero permanente. Las viejas casonas del Centro, las antiguas tabernas, las iglesias multiplicadas en cada barrio. Una pequeña caminata la mañana del domingo, me hace conocer esas cosas del diario vivir que es en definitiva conocer el lugar, su gente, sus vidas.
Pero ese pequeño respiro de domingo dejo lugar a un lunes y un martes cargados de trabajo: reunión con los líderes del Centro Histórico,