Árbol sin raíces no aguanta parado ningún temporal, dice la canción. Y es muy cierto, por lo que tenemos que tener siempre presente de dónde venimos, cuáles han sido nuestras primeras experiencias, recordarlas, tenerlas presente.
Hace algunas semanas en ocasión de participar del primer módulo de la Escuela del Sur (el ámbito de formación creado a partir del Coordinador de Viviendas de Usuarios por Ayuda Mutua del Sur) que se realizó en Salto tuve oportunidad de estar en una de nuestras cooperativas pioneras: COSVAM. La Cooperativa Salteña de Viviendas por Ayuda Mutua es una conformación de 41 viviendas de una sola planta y techo de dos aguas ubicadas en calle Rodo, en la capital salteña.
Seguramente los vecinos que me veían caminar entre sus pasajes en esa tardecita fresca de Julio no comprendieran la lentitud de mis pasos, ni el excesivo detallismo al observar cada vivienda, la placita de juegos instalada en la mitad del predio, y mantenida con visible esmero. Es que estaba recorriendo ni más ni menos que parte de nuestra génesis, una de las tres experiencias piloto que dieron nacimiento a nuestro modelo. Finalmente hable con algún vecino, que me dijo con orgullo y sin que yo le diera ningún dato de quien era: "...nosotros somos una de las primeras cooperativas de la FUCVAM".
O sea que a pesar de los años, siguen manteniendo un fuerte sentido de pertenencia al movimiento.
Se me hizo imprescindible devolverles el gesto compartiendo el momento, las sensaciones y la charla con este veterano compañero. Es sin dudas uno de esos ejercicios que no debemos dejar de hacer: rescatar nuestra historia, mientras proyectamos nuestro futuro.
Pablo Caballero, Secretario General
13 de Agosto de 2015